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Como era fácil suponer, el año empezó más lento de lo normal. Tradicionalmente a la Ciudad y a sus instituciones culturales les cuesta trabajo desperezarse de la modorra de fin de año.
Ahora tienen más justificación ante las circunstancias económicas y el inicio de un año electoral. Entonces, terminamos aceptando las cosas en su ritmo y flujo actual.Ya empezaron a aparecer cosas por ahí, pero el grueso de las instancias y proyectos culturales espera. En la política cultural, los presupuestos nunca llegan antes de la segunda quincena de febrero.En los proyectos particulares, si bien podría ser distinto, ya hemos ido haciéndonos a la idea de que, entre caritas tristes en los billetes y caritas alegres en los pendones del próximo diputado o gobernador, se nos irá al menos la mitad del año.Con todo y eso, en los próximos 15 días a la Fototeca y su expo de lucha libre se le unirá el Marco con su reiteración en la exhibición y el análisis de la escultura contemporánea y, posteriormente, la Pinacoteca del Centro de las Artes, con la continuación de su proyecto de expos de artistas locales o vinculados a la escena de las artes visuales en Monterrey. Luego vendrán las galerías.Entre las pocas cosas que sí han logrado arrancar está "Bushido", expo individual de René Almanza recién inaugurada en Arcaute Arte Contemporáneo.La muestra presenta trabajo reciente de Almanza, artista trashumante que por el momento se afinca en la Ciudad, y que junto con un grupo de colegas empiezan a desarrollar una suerte de taller-estudio que pretende dinamizar los proyectos colectivos tan poco frecuentes en nuestro medio.
Hoy mismo inaugura ese grupo otra exposición, de carácter más íntimo, titulada "Combo", en ella pretenden abrir el diálogo a partir de una muestra de trabajos que en conjunto y/o desde lo individual han ido produciendo.
En "Combo" se presenta, además del trabajo de Almanza, el de Alfonso Guevara y Tomás Hache, entre otros. Sobre este proyecto grupal, habrá que darle tiempo y esperar a ver qué sucede.
Esperemos que la reactivación de los proyectos culturales y la dinamización que eso provoque no haga menos duro el tránsito de estos aciagos meses. Una buena inauguración, una buena charla y un buen vino pueden sacar cosas que el hombre se calla.
Y nunca están de más.
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