Thursday, April 16, 2009
El Retrato como Pretexto | Marco Granados
Ese fue justo el título que le dimos pierre raine, uno de los directores franceses del despacho de desarrollo de proyectos culturales trois quarte face junto con un servidor, a la iniciativa de presentar en su galería, la entonces famosa BF15, una muestra de poco más de 80 retratos (la mayoría autorretratos) de casi 5 generaciones de artistas activos relacionados con monterrey. esto el mero día de la candelaria en 1998. la exposición, casi un censo de la población de artistas visuales en ese momento, presentó un mosaico en el que convivían formatos, soportes y materiales con regiomontana alegría.
Luego en el 2002 el aún flamante centro de las artes presentó con bombo y platillo la exposición autorretratos mexicanos, un ambicioso proyecto que incluía obras de artistas tan disímbolos como el doctor atl y enrique guzmán o juan soriano y martha pacheco. incluyó además un catálogo a todo lujo que ponderaba las características del proyecto, casi todas positivas; aunque ya sabemos, una selección amplia siempre corre el riesgo de incluir algunas cosas prescindibles o cuestionables.
En relación con esto, se acaba de inaugurar en la pinacoteca de nuevo león en el centro cultural universitario la exposición “retrato” curada por xavier moyséen y con la museografía -muy edulcorada por momentos- de eliza telléz. la exhibición se compone de 80 obras de 47 artistas con piezas bidimensionales en la que gerardo azcúnaga es la excepción con un pequeño busto y con técnicas preferentemente pictóricas más algún objeto por ahí o un video por allá.
La muestra, dividida por circunstancias del espacio en 2 grandes bloques, se estructura casi cronológicamente lo que desde mi perspectiva provoca una lectura demasiado lineal que pierde la oportunidad de generar un discurso más ambicioso y propositivo desde un enfoque de contraposición o de complemento entre etapas históricas, discursos recurrentes y hasta lugares comúnes utilizados. hay que apuntar sin embargo, que la armonía entre la construcción del espacio museográfico y la selección y montaje de la obra funciona bien.
Algunas obras, particularmente de los artistas más jóvenes, se destacan a partir de propuestas conceptuales relacionadas con el tema y otras más bien cuestionables -de ese mismo segmento de creadores- que abordaron el asunto justo en el filo del pretexto temático mediante el siempre incomprendido, vilipendiado, estigmatizado y sobre explotado performance.
De hecho, la exacerbación que este tipo de obra ha empezado a tener aquí me recuerda a lo sucedido en el d.f. a principios de los noventas donde luego uno ya no podía ir a una exposición, a un concierto o un baby shower sin que apareciera por ahí un pintoresco artista del performance haciendo sus cositas. eso pasó la noche de la inauguración con las acciones del heroico contingente de performanceros provenientes de la facultad de arte visuales.
Es como para llamar la atención entender que o quién está detrás de la idea de inundar el mundo con obras de mujeres y hombres silentes, dolientes y aparentemente desenncantados de la vida. entiendo, aunque no acepto, que no se hayan enterado que el performance, como tal, es una de las variables del arte contemporáneo que nació con el acta de defunción en lugar de torta bajo el brazo. pero insisto en que habría que identificar cual es el sentido de performancear a diestra y siniestra dejando tras de sí una estela de tristeza infinita.
La pertinencia de este tipo de obra ya la revisare en otro momento, el tema da para más. en otro texto posterior enumerare algunas de las piezas más interesantes de la expo y un par enfoques más para su análisis.
abril de 2009
Source: http://marcogranados.wordpress.com/