Cuando Pigmy Deer me invitó a escribir en este blog, dije que sí de inmediato. La colaboración entre pequeños e ilusos pensadores a estirar el elástico e intercambiar experiencias es fundamental. Desde el fin del mundo abracé maletas e ideas para ampliar mis miradas hacia Barcelona, ciudad tan cosmopolita que el español es lo que menos se habla y donde la corrida de toros esta cada vez más extinguida… para continuar mis estudios sobre la arquitectura, pero esta vez más relacionada con la rama del arte. Elisava, en su abanico de Máster y Postgrados, enseña el Máster de Diseño y Espacio Público, donde tengo puestas todas las expectativas para mi futuro. Me intimida ser tan rotunda en afirmarlo, pero me relaja saber la enormidad de áreas con las cuales se puede trabajar. Esta fusión de Arquitectura y Arte con base sobre lo efímero, tiene una cantidad de matices y un espectro de intervención alucinante. De la variedad de profesionales que nos visitan (desde connotados a tipos desmotivantes) se extrae un ápice de sus experiencias que inquietan a las nuestras, nos motivan a generar nuevas intervenciones proyectuales o teóricas, nos forman para que nos especialicemos en una arquitectura o diseño más sensible, dócil, que incluye a diversos conglomerados sociales, que enmarca territorios emergentes o entornos históricos, que diluye a la arquitectura per se y la transforma en “Art_Arq”, que traspasa el edificio y se olvida de las herramientas típicas universitarias para que formas las propias. Sin embargo, esto se digiere de distintas formas. Todos tenemos el umbral del asombro diferente, captamos sigilosos y aprendemos curiosos o tomamos con indiferencia algo que nos parece lógico pero que no lo es y que en algún momento nos “caerá la teja”, como decimos en Chile en relación cuando algo nos hace sentido con tiempo diferido. Tomar con paciencia lo que se nos enseña que no es desechable. Invito a observar la ciudad en que viven y detectar cuáles son los nuevos usos de la gente en los espacios públicos; nuevos usos que harán que los actuales exteriores tengan fecha de caducidad pues no soportarán (el proceso ya empezó) la extravagancia y espontaneidad de los nuevos civitas móviles. Los invito a pensar con ruedas y a moverse con agilidad, que comienza la cuenta regresiva para que las utopías se vuelvan realidad.
By Daniela Monterrosa M.
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