Saturday, June 20, 2009

53° Ed. Biennale Arte di Venezia | México / Teresa Margolles


Curada por Cuauhtémoc Medina, asesor de la prestigiosa Tate de Londres y patrocinada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, la muestra es a la vez un gesto político, una transgresión y una manera de tocar en vida la temida muerte.

" El trabajo reciente de Margolles involucra una sutil y dinámica crónica de la generalizada economía de la muerte que azota el norte de México. "



“¿De qué otra cosa podríamos hablar?”
Teresa Margolles: “What Else Could We Talk About?”


---------------------------------------------------------------------------


Según la prensa, 2008 fue el año en que más balas se dispararon en la historia reciente de México. Ese mismo año más de 5.000 personas perdieron la vida en los diversos episodios de violencia y ejecuciones ligados con la actividad del tráfico de sustancias y su represión, cuando durante el año 2007 la cifra fue de aproximadamente 2.800. Más allá de que las estadísticas de bajas han escalado a niveles comparables con una zona de conflicto bélico, la sangría va dejando a su paso un trauma permanente en una multitud de comunidades y familias.




[ " Some female artists are also in high demand—like Mexico’s Teresa Margolles, who focuses on her country’s violence via drug dealers and dead women of Juarez, will emerge as big names. " ]
International Herald Tribune, British Vogue, Elle Decor, Glamour, the Times Magazine (U.K.)



Debido al reciente apogeo de la violencia, el trabajo de Teresa Margolles (Culiacán, México, 1963), que por cerca dos décadas se ha ocupado de la exploración de las posibilidades artísticas de los restos humanos, de la memoria de la pérdida provocada por la muerte violenta, y de las instituciones que administran los cadáveres, ha adquirido una mayor relevancia. Su acometida radical a “la vida del cadáver” con el grupo SEMEFO a principios de los años noventa, que la llevó más tarde a desarrollar toda una gama de métodos abstractos y evanescentes para invadir con sustancias corporales la estética post-minimalista del arte contemporáneo dominante, ha sufrido una nueva mutación para trabajar a partir de los residuos materiales de las ejecuciones provenientes de la calle, así como en diálogo con la producción verbal que se le asocia: las notas que acompañan las ejecuciones, los reportes policíacos y los recuentos periodísticos de la violencia. La artista ha dejado la morgue donde había localizado su estudio, para absorber la ampliada infección de la muerte en el cuerpo social y proponer medios para ahondar la interacción entre la estética contemporánea y la materialidad degradada.

"El arte sana heridas. Todos juntos, empujando y empujando, logramos que se mueva todo un milímetro, pero que se mueva" Teresa Margolles

La exploración que Margolles realiza de la necrópolis contemporánea involucra una monstrificación de las estrategias de exploración urbana del flaneur moderno. La artista y sus colaboradores exploran el territorio citadino, en pos de minúsculos residuos y huellas de los asesinatos.

A través de una variedad de técnicas (empapar trozos de tela con sangre o lodo en la escena de una ejecución, recolectar pequeños fragmentos de vidrio de los parabrisas de autos involucrados en un tiroteo, o por el registro visual o sonoro de un paisaje cargado emocional y simbólicamente por la memoria de la muerte) Margolles cosecha el remanente informe de miles de vidas, estableciendo la cartografía de un territorio marcado por la acumulación de cadáveres.
En Venecia, Margolles ha llevado a cabo una instalación a partir de acciones discretas, y a veces casi inmateriales, que tienen lugar en un sitio históricamente sobrecargado. Aquellas substancias de furia, pérdida y desecho social, son transferidas (o mejor dicho, contrabandeadas) a un palacio veneciano del siglo XVI, canibalizando de paso los signos de decadencia e historia del edificio. Más que una presentación de objetos o imágenes, lo que Margolles hace es exponer a su público a la sacralidad fantasmal y abyecta de fluidos y residuos: joyas hechas con fragmentos de parabrisas, aforismos asesinos bordados en oro sobre sangre, sonidos grabados en los paisajes de la muerte, todos ellos convergen para producir un espacio de reflexión, amenaza corporal y ansiedad
En una época donde las fronteras ya no pueden contener la peste, en una era en que la política se activa con el uso ideológico del miedo, y donde el capital global se acompaña de toda una epidemiología de violencia, ¿De qué otra cosa podríamos hablar? quisiera sugerir la necesidad de politizar el descontento y disgusto, en lugar de aceptar las estrategias de un nuevo orden mundial erigido sobre las ruinas de las guerras perpetuas del poder y sus cruzadas infinitas.



Cuauhtémoc Medina


¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨


According to the press, 2008 was the year when more bullets have been fired in Mexico’s recent history. That same year, more than 5.000 people were killed due to violent clashes and executions among criminal gangs, and in operations of the security forces, whereas approximately 2.800 died in similar circumstances in 2007. Beyond the fact that the statistics of casualties have climbed to war zone levels, the carnage provokes a long lasting trauma for families and communities. Due to the recent upsurge of violence, Teresa Margolles (Culiacán, México, 1963), that for almost two decades has concentrated in the exploration of the artistic possibilities of human remains, the memory of the loss provoked by violent death and the institutions that manage human corpses, has acquired an even greater poignancy. Her radical approach to the “life of the corpse” as part of the SEMEFO collective in the 1990s, that led her to develop a number of evanescent and abstracted methods to infuse with body substances the post minimalist aesthetics of global contemporary art, has recently undergone a new turn to work from the material traces of killings in the streets and the associated verbal production taken from execution notes, police reports and press accounts of violence. This is an artist who has left the morgue where she originally located her studio, to absorb the pervasive extension of death into the social body and propose an unsettling interaction of contemporary aesthetics and debased materiality. Margolles’s exploration of the contemporary necropolis involves the transmogrification of the strategies of urban research of the modern flaneur. The artists and her collaborators explore the urban territory, in search of minute material traces and residues of the assassinations.

Through different methods (the soaking of pieces of cloth with mud or blood in the scene of an execution, the collection of the minute fragments of windshield glass after a shooting, or the visual and aural recording of a landscape symbolically and emotionally charged by the memory of death) Margolles harvests the formless leftover of thousands of lives, mapping a territory affected by the accumulation of corpses.At Venice, she has performed an overall intervention based on discrete, and sometimes almost immaterial, continuous actions taking place in a historically overcharged location. The substances of anger, loss and social waste, are transferred (or better said, smuggled) into a Sixteenth Century Venetian Palace, cannibalizing the traces of decay and history of the building. More than a presentation of objects or images, Margolles exposes her audience to the ghostly and abject sacrality of fluids and traces: jewels made with fragments of windshield glass, murderous aphorisms embroidered in gold on bold, sound recordings of the landscape of death, compose a space of reflection, bodily intimation and anxiety. In a time where borders are no more able to contain the plague, when politics are mobilized by the ideological uses of fear, and where global capital is accompanied by a whole epidemic of violence, What else could we talk about? would want to suggest the need to politicize discontent and disgust, rather than falling prey of the strategies of a new world order erected over the ruins of the perpetual wars and infinite crusades of the powers to be.




Cuauhtémoc Medina


Enlaces:

Noticas: Por Segundo año consecutivo, México en la particpación Oficial de la Bienal de Venezia
Centro Cultural del México Contemporáneo
Excelsior
Interview Magazine



Share/Save/Bookmark