Sunday, October 19, 2008

Kanye West D.F.


Kanye West, Glow in the Dark Tour, Ciudad de México

17 de Octubre 2008
Por Francisco Javier de los Santos




El álbum The Blueprint de Jay Z, es considerado hoy en día uno de los más importantes en la historia del Hip Hop, se veía venir, llevaba 3 grabaciones número uno previas y reunió a un equipo de productores que solo podría catalogarse de fantasía, entre ellos Timbaland y Eminem,. El disco rompió esquemas en cuanto al sonido del rap de esos días, ya que es una mezcla que logró éxito comercial, pero con credibilidad callejera, basándose en un estilo que incorporó elementos Soul.

Uno de los grandes responsables de esto fue Kanye Omari West, quien a partir de entonces se hizo de gran reconocimiento en el mundo del Hip Hop, egresado de la escuela de diseño y artes de Chicago, dejó todo atrás para perseguir una carrera musical, incluso el mismo Jay Z dudaba de su talento, ya que era una especie de M.C. diferente, ni siquiera se vestía como los cánones dictaba.
Bajo un halo de misterio y después de mucho batallar salió al mercado The College Dropout , primera producción como solista del señor West, lo demás es historia, berrinches en entregas de premios, millones de dólares, alto activismo político, un ego infinito, obsesión por los objetos de diseñador, 10 gramófonos, incontables premios, colaboraciones musicales en todo el mundo, y dos discos después, llegó a México el segundo acto de Hip Hop que ha logrado reunir más de mil personas en un foro (El primero fue 50 Cent, igualmente en el Palacio de los Deportes) y he aquí una reseña.
Para empezar los boletos para el concierto fueron bastante altos, cosa que comprendí hasta el momento en que entré al foro. No se habilitaron todas las butacas, solo un par de secciones del Palacio de los Deportes, lo que lleva a recordar la ley de la oferta y la demanda, mientras menos hay, se tiene que pagar más.
El recital tuvo un acto de apertura por parte de Pato Machete (ex Control Machete) y la contrabanda, así se llaman. Bien, no hay más que añadir, éxitos de Control Machete y nuevas canciones bien interpretadas.
Aproximadamente a las 21:45, apagaron las luces y comenzó la participación de Kanye West, ahí tuve una ligera decepción, ya que el escenario no era por nada parecido al que la gira había utilizado por EU y forma parte importante del show (incluso el montaje de este llevó a una demora de horas en el festival Bonaroo que West encabezaría), la combinación de la interacción de su escenario con sus canciones, generan una historia espacial, además que la producción es sorprendente (ala Daft Punk). Nada de esto pudimos verlo en nuestro país.

El concierto comenzó con Good Morning , y terminó con Stronger, ese fue otro de los bemoles del concierto, ya que fue un set ligado sin interrupciones, si, ni siquiera se creó un espacio para un encore. A su favor tuvo excelentes momentos como el arreglo para Good Life en donde el final se extendía para hacer participar al público, la inclusión de “Swagga Like Us”, último sencillo de Jay Z, American Boy donde las mujeres gritaron como en pocas canciones, Flashing Lights, Champion, Love Lockdown, All comes down, Stronger.

La interacción con la audiencia fue poca, Kanye estaba o demasiado inmerso en la interpretación o simplemente no le importaba tanto conectar con el público. Eso si, habían momentos donde se notaba la entrega a la canción, desgarrando la voz con fuerza.


En cuanto al audio fue impecable, salvo un par de ligeros vicios al comienzo, en general fluyó perfectamente, y de eso si se tiene que hablar, ya que en el Rap es muy importante el bajo, debe resonar con fuerza y considerando la estructura cóncava del Palacio de los deportes, el ingeniero de sonido consiguió un logro digno de destacarse, todas las canciones se entendían y sonaban muy bien.


Los músicos, quienes llevaban máscaras que ocultaban su identidad cumplieron cabalmente su función, sin fallas, todos dominaban sus instrumentos e incluso animaban bailando al ritmo de las canciones.


La iluminación estuvo bien, nada impresionante, luces al ritmo de la música, paneles de Leds en los bordes de los entarimados y en la parte alta de la estructura.
Glow in the Dark fue un buen concierto y valía la pena verlo, he escuchado algunas quejas, pero hay muchas cosas rescatables, como que tal vez es el único acto Hip Hop en el momento que podría funcionar en México, ya que la cultura del Hip Hop no va mucho con la del país.


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Kanye está en su mejor momento, es uno de los artistas más influyentes del mundo y no se tuvo que esperar diez años o en los albores de su carerra para que lo trajeran, el show fue bueno, solo sin sorpresas, el set fue bastante conciso, no se escapó ni un solo éxito, la experiencia de corear todos al mismo tiempo “Hell Yeah” fue muy divertida y Kanye no paró, canción tras canción sin parar, dominio del aire, rima por rima.

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